Por: Valentina Zapata Casas e Isabela Zapata Correa
9°2
Había una vez una pareja de oraciones la cual llevaba más de diez años de matrimonio, pero un día creían que su relación ya no funcionaba y querían divorciarse, pero necesitaban ayuda de alguien, y ese alguien era la coma, pues ésta ayudaba a ejecutar los divorcios sin perder el sentido de las oraciones.
Las oraciones se sentían muy felices, porque por fin se iban a separar, pero la coma les dijo que el punto aparte les podía ayudar a separarse, pero sin perder el contacto, pero cada una podía hacer su vida con otras oraciones.
El punto seguido se enteró y quiso involucrarse ofreciéndoles un trato, los separaría por un tiempo, pero se volverían a encontrar, a ellos no les gustó mucho la idea y decidieron no aceptar el trato.
Después de todo este proceso, algunos signos se enteraron y se quisieron involucrar, los primeros fueron las comillas, quienes quisieron recordarles todos los momentos lindos que habían vivido juntos; los dos puntos les recordaron los lugares en donde habían sido; los signos de interrogación también quisieron recordales el momento en que la oración hombre le propuso matrimonio a la oración mujer; también los signos de admiración intervinieron al recordales la emoción que sintieron al estar juntos.
Pero al fin, el punto final les dio la solución que querían y terminó su historia.
